domingo, 17 de julio de 2011

Un pocket park. Un parque que pudiera atesorarse en la palma de las manos.

Sobre miles de pájaros, cuando ya no muestran movimiento, se crea una superficie, y sobre esa superficie se forma una llama blanca. Parece que la llama es el Sí mismo cósmico. Esto lo entendió J. B. Priestley en "Man and Time", citado por la discípula de Jung Von Franz.  


¿Qué es esta música que sucede al revés, el avanzar retrógrado en la cavidad del sueño del personaje suspendido en el coma a través de una habitación hundida por el humo?


Una habitación impregnada por la presencia del humo hasta que no queda ni el espacio de un milímetro sin ocupar. Repleta de humo la habitación, la propiedad, la cavidad, las paredes de los dientes. Cuando la síntesis granular ha comenzado a operar entre los cuerpos, la acumulación extenúa los contornos, y el lugar –aquello que para sí los hermanos llaman “el locus”- es arrastrado a la licuefacción.